Plameca Rosa Jerico

La Rosa de Jericó: una planta única

La Rosa de Jericó es una planta única, conocida científicamente como Anastatica hierochuntica. Esta planta ha llamado la atención de naturalistas y jardineros, debido a su gran capacidad de resistir periodos de sequía extrema. Puede llegar a secarse por completo, pero recobrará todas sus características una vez volvamos a hidratarla. Esta planta tiene una altura máxima de 15 centímetros y, a pesar de su tamaño, posee unas raíces diminutas, que se contraen cuando el ambiente se vuelve seco, permitiendo que la planta se desprenda del suelo y se desplace, para volver a la vida una vez se pone en contacto con el agua nuevamente.

Cuidar la Rosa de Jericó es sencillo

Cuidar la Rosa de Jericó es una tarea sencilla, incluso para aquellos que no tienen experiencia en cuidar plantas. Esta planta no requiere mucho mantenimiento, puesto que no necesita que la reguen continuamente para alcanzar sus mejores resultados. Además, también es una planta que no necesita mucho espacio para crecer, por lo que el cuidado de la misma resulta no solo sencillo, sino también práctico.

Un recurso infinito

Uno de los grandes beneficios de cuidar la Rosa de Jericó es que una vez hidratada, esta planta es capaz de recobrar su esplendor y su estado verde repetidas veces durante un período de tiempo prolongado. Esto significa que, incluso cuando los ciclos de sequía son extremos, esta planta sigue siendo resistente y ofrece un recurso infinito para todos aquellos amantes de las plantas.